sábado, 27 de febrero de 2010

Cara de tonto. Culo de rico.




Culo de Rico

Está claro que nuestras vivencias nos definen, nos forman. Dos gemelos puestos en diferentes contextos sociales serán dos personas totalmente diferentes, aunque sigan teniendo mucho en común. Cuando este tipo de conversación se produce, me gusta explicar una anécdota que creo leí en el interesante compendio de artículos científicos "Con que sueñan las moscas". Concretamente dice que la probabilidad de morir de un ataque de corazón, en igualdad de salud, es mayor cuando la persona es pobre. El artículo dice también, y esto es lo que me sorprende más, es que si esa persona ha dejado de ser pobre, porque se ha hecho rica durante su vida, su probabilidad de morir de un ataque de corazón no cambia. Es decir, que en parte seguirá siendo pobre el resto de su vida. Ya lo dicen, si la mierda fuera oro, los pobres nacerían sin culo.

Creo que el artículo dejaba abiertos los motivos por los que esto pasaba, yo pienso que posiblemente sea por el estrés, el de tener que trabajar duro en lo que sea y el de no tener suficiente dinero para comprar lo que la sociedad nos marca como necesidades, por ejemplo un iPhone. A mí me preocupa tener este "complejo de pobre". Por eso elegí la filosofía de que trabajaré en mi vida en lo que me guste, me dé o no dinero, e intentar que el trabajo me dé el suficiente tiempo libre para gastarme el dinero. Y es también por eso que siempre he llevado una vida bastante desordenada en mi economía, una despreocupación que siempre ha sido muy fácil de llevar, porque aunque pueda que tenga corazón de pobre siempre he tenido culo de rico. Siempre he tenido un blando cojín donde dejar caer mi trasero. Cuando no ha sido mi familia, han sido mis amigos, pero al final siempre he tenido la confianza y la suerte de tener a alguien ahí.

Vine a Japón con un plan económico ruinoso, posiblemente justificado, pero igualmente muy malo. Como resultado, he tenido que pasarlas putillas aquí. Comiendo poco, no saliendo, etc. Y aun y saber que podía hacerlo si me he organizaba, he vuelto a necesitar la ayuda de los que me rodean. Concretamente he tirado del talonario de mamá y de papá, y la generosidad de Enric. Sólo deciros, a los tres que todo el rollo de texto que hay aquí arriba es por culpa vuestra y que os estoy sinceramente agradecido, GRACIAS.

El 25, al fin, cobré.



Cara de Tonto

Vuelvo al tema de cómo nos definen nuestras vivencias. Esos dos gemelos separados acabarán teniendo diferentes caras. De esto no he hablado mucho, ya que es evidente. Pero leí en otro sitio (evidentemente no recuerdo dónde) que nuestras caras, no sólo nuestra personalidad o corazón, son también un reflejo nuestro. Es decir, que se puede leer nuestra historia, y especialmente nuestra personalidad. Y por ello hay personas con la que sentimos mucha afinidad sin conocerlas.

Evidentemente esto se debe a motivos tan simples como que si nos pasamos el día sonriendo las arrugas de nuestra cara se marcan de cierta forma. Así esa persona, sonría o no, tiene cara de alegre. Por eso yo recomiendo siempre sonreír, incluso cuando te están jodiendo vivo. A mí me preocupa que se me quede la "cara de tonto". Por eso elegí la filosofía de intentar dar poca importancia a los problemas grandes y mucha a los pequeños. Y es también por eso que parece que siempre este dramatizando por tonterías y quitando valor a cosas importantes.

Vine a Japón mentalizado de que sería un extranjero en Japón y de que empezaba de 0 en otro país. Problema importante, ¿mi solución? quitarle peso. Y en ello estoy, pasar de todo puedo, pero estoy viviendo una buena colección de cosas que me dejan la cara de tonto, como por ejemplo la mala educación de algunas personas por la calle, las dificultades (por ser extranjero) de que te alquilen un piso o que te hagan un contrato de móvil, que te vayan a pagar después de 40 días pero solo 20, que al final por un error con el banco no te vayan a poder pagar, la infinita burocracia, 150 euros de tren al mes, que te estafen al comprar o que te equivoques al elegir, el precio de los tomates o de un café, por citar algunas, porque la colección es bastante más extensa. Sólo deciros, a los que aun leéis este rollo, que realmente no es para tanto, que la sociedad japonesa tiene sus puntos malos pero que AQUÍ SE VIVE MUY BIEN.

El 22, al fin, conseguí mi "alien card".

1 comentario:

  1. Ánimo Fede que tu puedes!!!! Jejeje!!! Oye... eso de "alien card" suena a extraterrestre!! No será que te sientes un poco Zoidberg en Japón? Jajaja!!

    ResponderEliminar